En distintas ferias del mundillo relojero y antigüedades varias, es común, encontrar mucho material de desuso, partes de máquinas y … Más
Autor: Horatual
Existe un culpable, atesoraba relojes en un cajón del enorme ropero. Los cubría con bolsas de terciopelo en colores, los sacaba y les daba cuerda, lo miraba y sonreía. Me los acercaba a la oreja "Tic-tac... TIC-TAC!" y sonreía también. Ese ritual me hipnotizó, mi viejo nunca usa sus relojes de bolsillo. Los cuida como si girar el mundo dependiera de darles cuerdas y mimarlos. El es el culpable. Desde los 20 años me dedico a la relojería antigua coleccionable. En San Telmo inicié la formación en "RELOJERIA MIDAS" donde el dueño me vió condiciones para trabajar en su local. Y me invitó a participar de este maravilloso mundo: "Qué tengo que hacer?"
"Barrer"
Estamos trabajando para ustic… tac!
Este es el extracto de la entrada.