Un amigo de México me solicitó un pedido especial. Restaurar el reloj de las bodas de oro de sus abuelos. Su familia había trabajado con relojes desde siempre en España y llevaban la exclusividad de varias marcas suizas, entre las que destacaba Zenith. Además, de contribuir con toda la fornitura para la península ibérica.
Mi amigo, Antonio, demostró gran interés en mis afición por la relojería y quiso conocer un poco mas respecto de la posibilidad de dejar en condiciones un reloj dorado que tenia parado desde hace varios años y que otros colegas relojeros no pudieron dejarlo funcionando de manera digna.
Fue así, que luego a simple vista me animé a empezar a evaluar el tema. Con el primer vistazo pude comprobar que el rodaje no iba, el volante ni giraba, había gran cantidad de óxido dentro de la maquina y en la tapa, pero parecía que estaba completo, que no faltaban piezas la movimiento.
Me animé a traerlo a mi taller en Buenos Aires con el compromiso de devolverlo durante este 2019: en condiciones iguales a las adquiridas o mejores! Una semana después de aterrizar en Argentina me puse manos a la obra con el BUREN tan especial de mi amigo Antonio. Nunca habia tocado un BUREN en mi vida, pero conocía la marca y algunas de sus creaciones que la hicieron famosa como el micro-rotor que usaron muchas marcas de gran prestigio: Como IWC, Baume et Mercier, Bucherer y posteriormente Universal Geneve. También que colaboró con Breitling poniendo su calibre automático de 3,2mm, el «Intramatic» para lograr junto a HEUER el «INTRAMATIC». Pero acá hablamos de un cuerda manual clásico, un low-frecuence de 18.000 a/hr.
Sin lugar a dudas, valía la alegría meterse a salvar este guardatiempos. El primer problema fue el desarmado: la cuerda no giraba, la tije no podía salir porque estaba clavada. Por lo que tuve que desmontar el precioso movimiento encajado dentro de la caja y posteriormente dentro del aro de latón que lo contenía. Un trabajo mas delicado para mi que acostumbro a desarmar calibres sueltos en una base como herramienta que facilita este trabajo.
Desarmando con aceites y con despiece evaluar contento que no faltaban piezas! Los pivotes que estaban torcidos tratar de rectificarlos sin romper. Además, desarmar el tambor y la cuerda sucia estaba rota en varias partes.
El sistema de Remontoir estaba muy afectado por el óxido. El tonillo del resorte del tirete estaba roto. La rueda anglé soldada con el piñón Coulant y trabajan mal con la tije.
Las agujas estaban truncas y fueron enderezadas y pulidas, para mantener el paralelismo, rellenadas con pintura luminiscente.
Los indicadores arábigos pares y los que tenían forma de gota fueron repasados para lograr que recuperar brillo original con un cambrón de cuero invertido abierto en flor, que fabriqué cuando estudiaba en La Escuela Superior de Relojería (SURJA).
Pudimos conseguir una cuerda nueva con la misma equivalencia que la original: Igual altura que es lo que limita con el tambor, igual longitud y mismo grosor/espesor. Lo que fue una excelente señal para demostrar que el calibre tendría donde almacenar la energía y liberarla con la precisión correcta para que pudiera latir como nuevo.
El tornillo del resorte del tirete dió mas trabajo porque hubo que buscar uno que tuviera el mismo grosor pero mas largo, y trabajarlo con el torno para llevarlo la longitud similar al original. Por suerte, tenia ambos trozos originales y al unirlo pude medir al milímetro.
Busqué las mejores opciones para recuperar a caja. Los dorados nuevos no me gustan como quedan, son costosos y no duran como los originales. Así que pude recuperar el brillo de casi toda la caja y en pocas partes estaba saltado.
La tapa de acero fue lavada y pulimos brillo el borde exterior y mate la sección del centro para embellecer el grabado conmemorativo
La esfera tenía una reparación anterior a las 9 que pude disimular con esmalte blanco en capas. Retirando la parte del material usado con anterioridad y buscando rellenar a nivel, logrando el tono mas parecido.
Para terminar la regulación fue fácil y con todo el reloj limpio y lubricado a conciencia de cirujano sacamos este calibre adelante. Un detalle, en apariencia el rodaje estaba compuesto de varios puentes independientes pero estaban unidos por debajo. Esto se usaba para embellecer las maquinas imitando a calibres de tope de gama. Y una trampa para el desprevenido que al encontrarse con estos calibres por primera vez rompemos alguna cosilla.
Un cristal mineral hizo los honores.
Buscamos una correa de cuero sintético símil caimán en color marrón claro con hebilla dorada. Mi amigo Antonio me comentó que tiene un brazalete de oro que perteneció a un Patek Philippe años atrás. Pero quería que recibiera un reloj completo y en condiciones de ser usado desde el minuto CERO!
Se encontrará con su familia en menos de un mes y esperamos con ansias el efecto que causará el BUREN que tanto trabajo dió y a buen puerto esperamos que llegué para vivir nuevas aventuras.
Dejo un link donde comentó rápidamente partes de la restauración: